AGRADECIMIENTOS

-BLOG DEDICADO A LOS AMIGOS QUE ME HONRAN CON PUBLICAR MIS POEMAS Y EL ENLACE A MIS BLOGS EN SUS PÁGINAS
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-A LOS AMIGOS QUE ME HAN DEDICADO POEMAS

domingo, 28 de marzo de 2010

ROSA IGLESIAS EN LA VOZ BORDADA EN EL VERSO

AGRADEZCO A ROSA IGLESIAS EL HABER
PUESTO SU VOZ A OTRO DE MIS POEMAS

ENLACE AL BLOG PARA ESCUCHARLO

http://lavozbordadaenelverso.blogspot.com/2010/03/hoy-nos-toca-infringir-los-limitesde.html

27 DE MARZO DE 2010

HOY NOS TOCA INFRINGIR LOS LÍMITES...
de Fernando Sabido


Hoy nos toca infringir los límites
y me deslizo hasta el carmín
de tu boca
mientras parpadean las palabras
con el vértigo
más arriba
se cierran los postigos de tus ojos
cuando los empapa el miedo
con cristales de erizos

De lo que amaba
queda tu mirada inocente de niña
y sólo volveré a amarte
echándome las olas a la espalda
o desear que la lluvia golpee tu puerta
y la pasión nos hable
sin la culpabilidad del pasado

Nos espera una larga noche
para borrar las cicatrices del desamor
mientras los latidos añorarán el sueño
si logramos releer con provecho
nuestras fábulas

Y ojalá nos despierte mañana
la ternura

miércoles, 24 de marzo de 2010

ACTO POÉTICO: POESÍA PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE CHILE

ACTO QUE ORGANIZAMOS EN MADRID DE HERMANAMIENTO CON LOS POETAS DE CHILE






VAYA DESDE AQUÍ CON MI AGRADECIMIENTO A TODOS
LOS POETAS QUE COLABORARON CON SU PRESENCIA
FÍSICA O BIEN, DESDE LA LEJANÍA Y NOS ENVIARON
SUS POEMAS, UNA PEQUEÑA MUESTRA DE SU POESÍA
Fernando Sabido Sánchez








UN POEMA INÉDITO DE PABLO NERUDA


EL ESCRITOR JAVIER JULIO GARCÍA MIRAVETE
QUE PREPARA UN LIBRO SOBRE PABLO NERUDA
QUISO LEERNOS UN POEMA INÉDITO DEL GRAN
POETA CHILENO QUE INCLUIRÁ EN EL CITADO
LIBRO Y NOS REFIRIÓ LA HISTORIA DEL POEMA:


CARTA PARA LA VICTORIA

Hasta cuando en la patria florida
da el padre una vida y el hijo otra vida
sudando y sudando
recibiendo miseria y harapos, es esa su suerte
La única tierra que alcanza
a ser propia, es la tumba de la muerte.

El pueblo, sufriendo, hacia abajo la Patria redonda.

Hasta cuando dejamos que sigan las cosas así, les pregunto:
¿Hasta cuando?

¿Hasta cuando la madre su sueño sagrado desvela?
Su niño no tiene remedios ni leche, ni escuela
hasta cuando aceptamos que vivan las madres de Chile llorando
esperando el final de esta larga cadena de amarga injusticia y hostil desacato?

¿Hasta cuando los pies campesinos pisando las piedras irán sin zapatos?
Mi pregunta es muy corta señores, señoras,
pregunto, ¿Hasta cuando?

¿Hasta cuando el chileno parchado y zurcido?
¿Hasta cuando el chileno que implora porque no ha comido,
ni tiene trabajo, está viejo y no sabe dónde irse arrimando?

¿Hasta cuando el chileno no sabe con qué pagará esta semana?
¿Ni sabe si puede pagar el arriendo mañana?
¿Es posible que viva el chileno sin saber dónde va y hasta cuando?

¿Hasta cuando el minero se juega la vida y la muerte entre las explosiones
y no tiene más premio a sus sueños que aquellos terrones
que va socavando,
mientras tanto su vida se acaba
y la piedra su mano socava
para que atrás construyan mansiones con el sudor negro que su sombra dejó en los carbones.
Hermanos, pregunto: ¿hasta cuando?

Yo te digo, chileno, chilena de la agricultura, de las oficinas,
empleados, empleadas, maestros, maestras, varones de libros o minas
¿De quién es la Patria?. De los que trabajan o de los que esperan mirando
que el pueblo desnudo y sombrío
camine con hambre y con frío?
¿Hasta cuando?

¿Hasta cuando desangran a Chile los filibusteros
o falsos cristianos que el único Dios que respetan se llama dinero?
Chilenos, ahora es la hora en que debes decir de una vez en voz alta y cantando
si deben seguir esas cosas así, y hasta cuando?

De ti compañero depende, de ti, compañero
que el pueblo de Chile levante por fin su bandera
de ti compañero depende
que cambie la vida de todos y la libertad verdadera
alumbre la patria y levante las cejas de la primavera.

Ahora es la hora de Chile y Allende.
Ya no hay ¿hasta cuando? Es la hora, la hora.
De ti compañero depende
que siga la noche de Chile o despunte la aurora.

De ti compañero depende que cambie la Historia
y demos al pueblo y a Chile por fin la Victoria”.

Pablo Neruda.

Para María Hernández con una (flor de cinco pétalos).
20 Agosto 1964. Valparaíso.





GIOVANNI COLLAZOS (PERÚ)

Fauna desmantelada

Empiezo el día con el sueño
enlazado en la pregunta
si hoy será como ayer

todavía sigue la maleta de barro
llena de cacharpas,
llena de fauna nocturnas, bosques encallados
un puñado de corazón abierto que estalla
en follaje de heridas nuevas,
es un nenúfar antiguo que flota por la ardiente brisa
que me sopla una callada música

mis venas también se abren por zozobra
se mezclan en claroscuro de batallas
que hiende a penas la efigie distante
del pintor que irisó mi huella

empiezo el día desnudo
y desmantelado,
descubierto en un cofre ponzoñoso
sin ningún artificio que me concluya.

Del poemario: "Lenguaje Extraño"
2009



FERNANDO SABIDO SÁNCHEZ


EL VACÍO

En mis sueños siempre habita el vacío
que recorro en un vuelo ingrávido
por el olor a misericordia de las noches

Llego hasta el alba
y no tengo a nadie que me espere
hasta la luna se oculta para repudiarme
en un paisaje de sombras
más allá de la muerte

Cae gota a gota una lluvia
que desnuda con lamentos mi alma
y sobrevive el miedo a la inexistencia
Se tensa el vértigo y rozo con los labios
la belleza al perderse
en la luz impalpable de la negación





LEO ZELADA (PERÚ)

Macchu Picchu

"somos hijos del mar
del sol, de la tierra, de la luna"
Himno al sol

I

«amanecer
sin el aroma azul de tu aliento
es ahondar
la soledad marina del deseo
en suaves delirantes extravíos
como olas de vergel
negadas por el viento
toscos galeones
desvían inciertos
el timonel emblema de los entes
y yo me pregunto
-tallador de jaguar en mis labios-
hasta cuándo
he de verme reflejado en los
espejos
¡babilonia de cemento aluminio
y de neón!»

II
de lejanos y agrestes
parajes vengo
a ofrendar
en culto
mi callada y lenta agonía
tan latente como el silencio
asolador ritual de los
tiempos
en el reino del bronce y del no-ser
soy la sonrisa letal de marfil
ante el cual
la lógica formal del mundo
se destruye estrepitosa en pedazos

III
CAPRICORNIO EN CONJUNCIÓN
CON SATURNO

el ritual se ha iniciado
y sobrias prostitutas
se erectan ahora en mi mente
y no sé ahora en realidad
quién soy
si tal vez un incógnito
amauta
pronunciando alguna oración
oculta hacia el sol
o un oscuro corsario
asolando algún puerto
desconocido del sur

IV
espíritu de la noche
espíritu de la noche
guíame sin temor por estas
tierras abruptas
espíritu de la noche
espíritu de la noche
condúceme por el sendero del fuego
que todo lo devora y purifica
arrojado estoy al abismo
insondable de la nada
y nada ahora me pertenece

V
el viento se estrella
violento en mi rostro
cuarto creciente
la luna marca exacta de mis pasos
los perros han huido
hacia el norte
el trineo ha quedado
hacia el sur
y yo cara a cara
al crepúsculo
voy camino
a la abolición total de mi cuerpo
al fin de mis muertes
o
mi definitiva liberación




SERGIO MACÍAS BREVIS


CUANDO LA TIERRA Y EL MAR DESATAN SUS DEMONIOS

Nací en la alargada extensión del fin de la tierra,
donde se levantan volcanes iracundos y dormidos.
La atraviesan ríos torrentosos, fulgurantes y sonoros.
Y desaparece con sus raíces silvestres en el mar.

Territorio de arenales, fértiles valles y soledad de luna.
A veces quiebra su paz y se deshacen los sueños.
Se sacuden moradas y guitarras con sones de Violeta,
Cuando el poderío terrestre lo destruye todo.

La adversidad se convierte en terremoto.
Padece el pueblo sus muertos en lucha
Del planeta contra el hombre y sus gozos.
Las piedras aplastan la belleza con venganza.

Así es Chile, mi patria en la que Alonso de Ercilla
admiró a los mapuches y narró los desenlaces
en la Araucana, que resume la bravura de cada batalla.
En las praderas del maíz se mezcló la palabra y la sangre.

Bajo el duro sol y las lluvias se hizo el idioma perdurable.
Y yo, Sergio Macías, andino y cordillerano, sigo cantando
Al viento de sus júbilos, elñ perfume de sus aromos y dolores.
Su paisaje de nieves, desierto, bosques y ventisqueros.

Mi patria ondea feliz en sus alerces, araucarias y copihues.
Los pájaros relampaguean entre las ramas sus colores.
Los arroyos se deslizan entre inmensas arboledas,
hasta que un cataclismo destruye sus alegrías marinas.

Así es mi tierra de uvas, graneros, mariscos y minerales.
Cuando cae como el crepúsculo vuelve a levantarse
con la fuerza del amor y la sangre de su bandera.
Construye desde el caos la alegría de sus primaveras.

Cada cierto tiempo la tierra y el mar sueltan sus demonios,
pero la patria revive una y otra vez en Pablo y Gabriela,
en los vigorosos cantos a la libertad de América.
A su naturaleza y a la lucha contra las iras del Universo.

Unidos los chilenos del salitre, del cobre y de los trigales
Derrotan las sombras de la geografía omnipotente.
Entre gredas, piedra, agua y árbol nos abrazamos a la vida.
Al amor que vence las tormentas del océano y la tierra.




JOSÉ RAMÓN HUIDOBRO

La inutilidad del regreso

Yo leía un poema sobre el paisaje
la inutilidad del regreso
algo así como que los ojos están en la frente
y al lado una mujer pedía un café
prendía un cigarro
y las páginas empezaron a humear de derecha a izquierda
pupilas sobre un escote y negro bajo blanco
apertura casual
leí el epílogo del viaje tibetano
la poesía es mirar con atención
hacia delante
atravesar la horizontalidad
ella se distraía con mi perfil
un lector en un bar sucio
después pagó
yo cerré el libro
y le di unos pasos de ventaja
para perderla en un semáforo
azar de luces
otro cuerpo con mis huellas
retorna a ningún lugar




JOSÉ ZÚÑIGA

Jugando al escondite

Ahora ya no me escondo. Hubo un tiempo
en que no concebía vivir sin escondrijos.
Cualquier vieja alacena, cualquier oquedad sucia,
cualquier rincón de ratas me servía.
Para nunca encontrarme, procuraba
descuartizar mi cuerpo y repartirlo
por sitios tan comunes que nadie sospechara
que sirvieran a tales menesteres.
Aunque confesaré que con frecuencia
me engañaba con trucos infantiles
y –siendo como soy más bien maniático–
buscaba con ahínco a cada miembro
su lugar adecuado por si acaso
algún día de lluvia tuviera que encontrarme.

La cabeza tenía normalmente
su lugar en el horno y en bandeja de plata;
los brazos se escondían debajo de tu almohada;
las piernas las colgaba del tendal
si aquel día tocaba hacer colada,
las manos encontraban confortable aposento
entre el polvo de nieve de las teclas del piano;
las vísceras (eso era lo peor)
se mezclaban con leche, con frutas y yogures,
en el tercer cajón de la nevera. Menos el corazón,
que, como es lógico,
quedaba amortajado en la caja más fuerte.

Y, después de esconderme, apagaba las luces
y alguien, que no era yo,
se afanaba en buscarme
como niño jugando al escondite.
Un juego que acababa con el alba,
al abrir la nevera para sacar la leche.
Eso era, como dije, en otros tiempos.
Ahora ya no me escondo.
Ahora miro a los ojos sin tapujos
y enseño manos, dedos, bocas, vísceras,
todo lo que haga falta y todo junto
a cualquiera
que quiera
dar con un hombre roto.

Es cosa de la edad, seguramente.




CARMEN GARRIDO ORTIZ

ANTROPOFAGIA

Si yo pudiera desguazarte, como la basura en los barrios bajos, tendríamos como espectadores –tan sólo- a cuatro gatos mal avenidos con los cojines.
Miradas en verde y lenguas relamiéndose al ver el jugoso banquete que me preparo sobre tu carne herida, casi muerta.

Lo que más recuerdo es tu sonrisa de boca mal dibujada. Labios carnosos para morder el aire de la primavera. Y mira que este verso es patético, manido, viejo pero lo expreso en viento y en entrada de calores, abril recién comenzaba cuando pegaste tu primera dentellada.

El trauma de haber perdido la infancia en el patio del limonero te hizo arrancar los dientecitos de leche de todas nosotras y, de pronto, te viste engrandecido con un collar de marfiles. Mirabas debajo de las faldas de cuadros escoceses desde distancias de veinte metros, no hacía falta más, sólo levantar un dedo y las brisas, caprichosas, dejaban las braguitas al sol, para que las contemplaras a placer.

Desde entonces, sin dientes y sin bragas, me siento un poco menos yo, soltando migajas de tarta aburrida y algo anciana. Se me fueron los piñonates, los merengues de la cima y las guindas saltaron una tras otra, rodando pesadamente, celulíticas. Soy un bizcocho, porque sigo dulce, agujereada y somnolienta.

Levanto la nariz y me desesperan los ciruelos del Japón. Aún más que el viento del Sur traiga olor a azahares, esos mensajeros tuyos que violan por la nariz. Hay petunias rojas, rojísimas, colgadas de un balcón. Sólo entonces me alegro y sé que ha llegado mayo y que la primavera temprana se fue detrás de tus pasos, siameses díscolos que me enfurecen tras cada febrero.

Yo me hice adulta metida dentro de un jersey amerindio, terriblemente feo. Terriblemente delgada estaba yo y el cinturón me bailaba destellando, de color azul. Los vaqueros seguían el paso de las botas de tacón altísimo. Los cafés se llenaban de vagos y estudiantes y yo pensaba en ti como en la reencarnación de Salomé, sirviendo cabezas –la mía- aquí y allá, tapa de aceitunas cortesía de la casa.

Por eso, cuando el calendario marca el veintiuno del tercer mes, yo limpio mis armas con aceite de limón para clavarte –ácidamente- palabras y bofetadas, escupiendo con elegancia. Sin embargo, nunca me permito llegar al súmmum de esta lotería y me animo a convertirte en basura, dejando tu corazón sin alma al abrigo de las miradas felinas. Así, mediocre y sumiso, sigues viviendo en mis recuerdos para insultarte la siguiente primavera y, poco a poco, odiar un poquito más a aquél de la sonrisa pasmada que me hizo amar el invierno.


Del poemario: "La hijastra de Job" (premio de poesía Andalucía joven 2008)
publicado en febrero 2009.



SANTIAGO TENA


¿Y si me pongo el agua? Si empiezo con el agua, y al agua voy y vengo y agua en agua me hago y en el agua mi agua me la pongo por dentro, si al agua voy y vengo, ¿así podré?

Si me pongo mi vaso, me lo llevo a la boca, me mojo los cachetes, me peino bien el pelo todo limpio y mojado y brillantino, ¿así sí puedo?

Y si luego del agua me hago un zumo, un zumo todo agua sabor agua con extracto de agua y chiste viejo y no sé que añadirle, si empiezo y pues me mojo y enredo y nado y me buceo y me ahogo y me salvo y sobrevivo, ¿así sí, pues?

El diente que me duele, si lo bebo con agua y lo diluyo y lavo y lo meto en el mar y me lo llevo al río y merendamos, ¿se pone bien mi diente? ¿Me deja de doler si me lo mojo?

Y esa chica tan mona, pero tan seca y dura y displicente y borde, si la cojo y la empapo y le escribo y la mojo y palabra a palabra le convierto en cascada y en torrente y en mar y en oceánida, ¿esa chica si es agua ya vale para mí?

Vale, todo genial, pero entonces ¿el fuego? ¿Qué me le hago al fuego? El fuego con que escribo o escribía ¿me lo apago?

Todo pues muy bonito: el agua es vida, bien, sé tierno, sé sensible, sé voluble, sé blando, estate fuerte y vivo en tu blandura y el junco no se rompe porque lleva agua dentro y se dobla y no se rompe, resistiré, decían los del dúo, pero el fuego, ¿el fuego me lo apago?

Vale, ¿y dónde me voy yo sin mi fuego? ¿Dónde caramba escribo sin mi fuego? Todo mojado y lindo y comprensivo y fuerte y junco blando y las chicas enteras todas agua buscando cataratas en ti y en tus palabras y en tus ojos y el cuerpo, todo maravilloso, ¿pero el fuego? ¿Dónde caramba pongo tanto fuego?

¿Alguna voluntaria para un punto intermedio?





CHEMA BARREDO VIUDES

Nombres

No sé de quién se trata,
viejas fotos que habitan la pared
y la pregunta sobre un nombre,
que no me dice nada,
no descorre ningún velo, ignoro todo
de sus vidas, fantasmas sumergidos
en un sueño que ya nadie lo sueña.

Las fotos suspendidas sobre un mueble,
vaga memoria de familia,
marcos ovalados en un muro,
o en la sombra del pasillo
donde apenas se les ve, figuras
que no aparentan ser distintas
a cualquiera de nosotros
y están allí, en grupo, o por parejas,
de pie o sentados, satisfechos
y sus rostros son el eco, la historia de unos años
que ya es niebla en el recuerdo,
apenas siluetas, nombres de los antepasados
que no reconocemos y sin embargo
hay vida en esas caras,
en ese jardín que les acoge, el espacio
donde se aposentan, en el falso decorado
en que sonríen, ufanos, tal vez aguardan
que recordemos sus precisos nombres,
o acechan contra el tiempo
y hasta puede que hablen entre ellos.

Quizás es que sólo esperan, pacientes,
con la certeza del que sabe
que el tiempo no dura casi nada,
confían que la decrepitud
culmine su trabajo y el velo
que ha de ceñirse, lo saben,
se cierre sobre cada uno de nosotros.




IZARA BATRES

Te perdiste en la otra cara del sueño,
en su faz desplomada.
A mi lado y tú solo siempre.
Jamás descansas.
Déjame que te escriba triste y perdido.
Déjame verte así,
polvoriento.

Estás dividido y roto por dentro,
pero, por fuera, te han cosido.
Y ya no gritas,
no queda aliento.
También fueron como sombras
tus ojos bellos.
También te trae el mar gaviotas,
y no las miras,
ni sientes mi voz gritar rozándote el pecho.

Déjame verte así, polvoriento,
seco y hundido de vida;
viejo de caminar.
Con los mejores años en las manos,
y, en las arrugas, Dios
y el mar...



CHEMA RUBIO VELASCO

Cuando no digo humo

Sueño. ..en noches poéticas también. Deshago las horas en busca del poemas soñar
y perfección: ... la poesía me despierta. Abrazo el ensueño.Nado.Y...brazo a ola
salgo de la pesadilla. Sueño. Liturgia desterrada son los días.
Al saber de la soledad deprimida, desapareció su cuerpo. Soñar a destiempo, rechazar la pesadilla.
Por el sudor de los muslos, camina, y entre-vista la locura.
Germen de la vida- sueño. Precipitar del pulso que se aparece como llaga.
Epitafio al mediodía. Posdata desde otro mundo. Nube que predice el crepúsculo.
Insomnio que respira sueño. Lengua inerte. Silencio.
Lluvia de tiempo sobre los ojos, o quizá,
sea solo el “Amanecer de un Duelo con los Verbos sangrando sobre el escenario.
La Maga no llego.
Entre piedras de ciprés busca aquellos “Atardeceres de Memoria”, sentida,
a la hora de los rayos que ensalzan Cronopios. Sueño/a. Se desatan algunos fósiles.
Florentino es un espíritu enclaustrado en el A. D. N de mi porvenir.
El poema, es un sol nocturno vaciado de rayos. Aquella estrella lo persiguió hasta conseguir el vomito.
La estela en polvo es un chiste todavía a la razón .Una vena fluye despertando vanidades.
La fotografía fue pulsada por el arco de la mano,
pero en realidad: la re-creo la inquietud desbocada llevada al ojo de Pablo García Llamas.
Miento. Hacer y deshacer. No se como, acaso es ficción el movimiento. Calendario...Imagina el estrés.
Duermo. Nacho Pacho conversa con los niños en el palacio Monclovita, a la vez que Pedro Crespo de Lara.
firma libros ante las musas junto a Pepe Hierro…Despacio.
La Marimba y los A'kabales: son el hilo de una misma estratagema. Guatemala Guatebuena Guatebala.
Max Araujo vuelve de la memoria y el cuerpo se levanta sin compasión,
Ángel Pariente lo sabe, en El Patio de Reforma,
hay un Establo donde los artistas se alimentan por cuatro Queztchales y una dosis infinita de humor incombustible.
James de N. Y. no sabe donde ocultar la luz de Lavapies, se le escapa, y a mi se me pierden sus pistas.
Sueño. Como ojo desencajado, y sin alarma que mirar. La velada fue.
Será leyenda…Rei Berroa deja de escribir la misma tarde en que Olivia nace a la vida en Virginia.
El soñar de las esferas cambiantes prosigue sin ti, ni toca el timbre de la rutina.
Hacer y deshacer, encontrar la medula del poema, acariciar la estructura que el ojo mira.
Revelación ultima antes de la mañana: La poesía puede esperar, y yo, del silencio al sueño me vuelvo a dormir,
sin pronunciar El Humo Ni Decir Cuando, me voy en el cuerpo alado de Alexandra Estupinían.




GIUSEPPE DOMÍNGUEZ

A la una menos diez
fin del milenio
dormido entre colores
... con Asun...
vuelo a cercanías
compro un libro de contigos
me regalo un nuevo día engalanado




NINA SALINAS

Yo no elegí mi escalera
donde perder el zapato
a la medianoche.

No elegi el dia que me desnudaron
y tuvieron encerrada en la celda,
tampoco el tiempo que habría de estar.

No elegi pensar violento,
escribir violento, ni ser violenta,
me obligaron las manos que me tocaron
sin mi consentimiento.

No elegi vivir en la humilde casa de mi padre
que era una mansion para los que no tenian casa,
ni tener la profesora de castellano,
y me enseño el poder de las palabras.

No elegi ser madre tan pronto y tener tan
pocos hijos o muchos
mi salario me lo señalo.

No elegi ser mujer,
ni pensar demasiado,
ni ser lista, ni ser atractiva,
tuve que resignarme.

No elegí donde nacer, ni a mis padres,
ni a hermanos ni parientes.

Yo lo siento por ustedes,
pero ahora he elegido vivir como quiero,
libre como el viento
sin amarres de ninguna clase,
hablar otros idiomas,elegir con quien quiero,
estar esta noche o mañana.

Yo lo siento por ustedes que no pueden elegir,
por que ya eligieron por ustedes,
hasta por quien pensar o porque o quienes
creer.

Yo lo siento por ustedes que se atreven a calificarme,
a meterse entre mis sabanas,
a decirme como debo comportarme,
que si lo chillón no me viene
o que tengo varices para minifalda.

Yo lo siento por ustedes si no se fijaron
en mis necesidades
en mis delicadezas y en mi amor infinito
o a mi fidelidad de convento,
que nunca supieron valorarlo.

Yo lo siento por que ya me he sacado
del vientre lo que me contrariaba,
ya soy una mujer que lucha cada dia
por la frescura del alba.



SAGRARIO DEL PERAL PÉREZ


Restos del naufragio
amenazan con salir a la superficie.
Dejando recuerdos desnudos
a un paso de la locura
camino del abismo sin maletas.

Pesadumbre
que embriaga
desorienta
y te pierde.

Entierra en telarañas
la autocomplancencia
de la desesperación.

Baja
a
las
negras
aguas.

Contemplando
el
no
retorno.

!Malherida, Sola,
Asustada!.
Desgajada de sueños
huérfana. Allí estas cual muñequita rota,
sin pegamento
que te una el alma.

Descosida a balazos de intransigencia.




LAURA GÓMEZ RECAS

RECONSTRUCCIÓN

Aliento de una trama indefinida
en la urgente gravedad de la tortura.
Suma voraz de confesiones y de citas,
con sed de comillas circunstanciales
sobre el hecho inexcusable de lo injusto.

No hay un solo canto rodado
que no fuera escocedura
en los pañales de un glaciar,
no hay un solo desierto
que fuera arena de reloj en la hora primera,
no hay una sola cordillera
que no fuera valle en la hostil región de lo arcaico.

Se nos ha olvidado que el cieno tuvo alma de sembrado
y que la sangre del mar reventó una esclusa en la tormenta.
Sobrevivimos en la fragilidad de lo perecedero,
con las almas sobrevolando humanas eternidades.
Somos embriones de dolor, a la cautividad esférica condenados.

El verso como un camino abierto a destajo
entre las paredes de la piel
y la hambruna de la tierra
me trae la conjugación imperfecta de la ira,
cuajada en la sangre absuelta de mis labios,
ávidos de ser más que palabra
en esta hora de columnas polvorientas.

No es fácil acorralar la rabia y contenerla
cuando somos parte de un demiurgo caprichoso,
imberbe engreído armado con la espuela
que se alimenta con pólvora de dolor.
Ahora, que no creo en dios ni en los arcángeles,
¿a quien acudo para suplicar clemencia?
Supongo que mis manos son el cielo más factible,
ahora,
por siempre,
y en la hora de nuestra hora,
son y serán la mejor aldaba del milagro.






CARMEN MORENO

Somos palabras de mundos,

de muros de pares,

de parias, de extraterrestres

vacacionales, de tiempo,

de jefes, de besos,

de préstamos, de amor,

de odio, de ti, de mí.

.

Palabra por palabra

construiremos Bagdad.

Nombraremos Gaza y Ruanda,

sscribiremos Bosnia

con la vergüenza nuestra,

gritaremos negro y será

sólo un color más,

suscribiremos la heterosexualidad

como algo, por qué no, normal.

.

Diremos verdad y ostia

y dios y mentira y paz

para construir lo cierto de la historia:

Que no hay paz si dios

sigue mintiéndonos

con esta impunidad.

.

Diremos patria y serán mis dudas;

diremos guerra y me lamerás la espalda;

diremos sangre y será sólo

la excusa para hablar de nuestros hijos.




PEDRO MORILLAS

Soy la persona que más miedo me da,
soy la persona a la que más quiero,
es decir, a la que más odio,
es decir: soy.


A veces me soy tanto,
tanto,
que me tiro de los pelos
tanto,
tanto
que dejo
de ser
de mí.


Soy la persona a la que más
(mal)trato
a la que más miento
a la que más veces
masturbo
y escupo
y grito
sin
más.


A veces me admiro
tanto,
tanto,
que quisiera destruirme
irme
y poseerme porque elijo
mi huida
ida.


Soy la persona que más me chilla
que más me humilla,
que más me cansa.


Que alguien me separe.


No os imagináis
el dolor,
el amor
de que me
soy
capaz.



ANA RODRIGUEZ

A veces miro tus ojos, los miro fijamente... intento penetrar en lo profundo, intento descubrir algo, algo que no me dicen tus palabras, las palabras que no demuestran tus gestos... lo intento, sí, pero no lo encuentro.

Un fugaz brillo de tus ojos, esos ojos color de miel, esos ojos que a mí me saben a hiel, un brillo chispeante al mirarme... intento encontrarlo, sí, pero no lo encuentro. Ese brillo que rebosa en mis ojos, que se derrama, que chorrea... Ese brillo que me ciega, que niega todo lo que hay a mi alrededor, que hace que todo sea un vacío, un vacío que de ti se llena.

Mire a donde mire sólo te veo a ti. Detrás de mí como mi sombra, como la sombra de la muerte negra, negra como mi suerte. Sobre mis hombros pesas quintales, como un saco de leña, de leña que arde, que arde como mi sangre.

He querido escaparme, he querido olvidarte... Por momentos lo he conseguido, pero luego, más fuerte se arraiga tu recuerdo. Se arraiga como el olivo al suelo, y su fruto es amargo, amargo como mi boca cuando recuerdo tus besos.

Pero a veces lo siento, siento eso que busco en tus ojos. O creo que lo siento, no lo sé.

Y se me inunda el alma de gloria.

Sí, a veces creo que tus manos me buscan, y se rozan los dedos. Mas no es una caricia, no, es un calambre. Un calambre que hace que se aparten, pero un calambre que despierta cada nervio de mi carne, cada poro de mi piel. Y tú lo sabes, lo sabes porque también lo sientes. O eso creo yo, no lo sé.

Quieres besarme, veo el deseo, tal vez lo imagine, tal vez no sea cierto, pero yo lo siento. Tu aliento ahogándose en mi aliento, y no es tierno, no, es hambriento. Es un beso hambriento boca, de labios, de besos. Es un beso hambriento de cuerpo y de alma.

Puede que sea un sueño, puede que sea una mentira, pero me siento la mujer más rica del universo.

Contigo.

Y no quiero nada, que me lo quiten todo. Que del amor no se vive, dicen, pero yo me muero sin amor.

Que me lo quiten todo, que nada me sirve. Que me lo quiten todo, menos mi corazón, que no me lo quiten que te llevo dentro, que contigo en mi corazón yo todo lo tengo.

Y no vale nada, lo sé, pero me quitan la vida y, el Ataúd bajo la Tierra es lo que me queda. Y ni aún así consiguen que no te quiera.




PAOLA HERRERA LEDESMA

Siempre se puede hacer
cualquier cosa juntos
siempre que el cuerpo
no se prenda con el cielo,
fuego que en el ojo
es suave en el suceso
como la sangre que va dentro del falo
a ser la cosa más grande…
que embellece el alma del mortal
que espera, una caricia
en la soledad del sentimiento.

Te miro Señor mío
en el respeto negro de mi corazón
que así fuera de tiempo
te quiere completo
en toda la palabra de mi infierno,
como si fuera un diablo
como si fuera nada.

Amor mío…
en este tiempo de cólera
el seno me escuece tanto
que siento miedo de verte todavía.

me creo lo que quieras
pero no me siento
en el pleno sentimiento de ser tuya
en la simple historia
que nosotros, hicimos juntos.

Amor…
en esta noche negra
¡ siento miedo de mí !
porque mi corazón está abierto.

Pero no te arriesgues a buscarme,
¡ no te arriesgues ¡
porque mañana estoy desnuda,
solo desnuda…
esperando al viento.


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POEMAS QUE NOS ENVIARON PARA LEER
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EDITH MONCADA
(CHILE)


"El dolor anda por las calles atribuladas,
mojadas de agua salada...
desvalidas y silentes se encuentran
las almas.

El sol que se entromete,
se pierde en cada rendija que a su paso encuentra.
Iluminando una ciudad fría, doliente.
Los suspiros callan.

Mi alma abatida; reza, llora, enmudece.
Sonríe la brisa sutilmente
recordando otrora, momentos felices.

¿ Que lamentos se pierden en la nada?
¡Cuántas voces clamaron ayuda...¡
¿cómo arrancó la ola sangrienta
llevándose la vida, la morada.?

Mis versos son tristes, en esta alborada
marchose la alegría,
quedando sólo lágrimas.

Más, no me dejarás derrotada...
por nuestras venas corre sangre
de guerrera combatiente
que saliendo del fango,
te desafía valiente.

Juntemos nuestras manos
alcemos la mirada,
desafiemos al destino
defendamos nuestra patria.

Suyai
copyright 201
Todos los derechos reservados."

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MERCEDES GARCÍA LÓPEZ


ALMA TIERRA

(Al pueblo chileno en esta terrible tragedia)


¿Por qué tiemblas tierra?
el alma del hombre
se esconde entre cenizas
y gimes sórdida en tu faz.

Lloras a los ojos que mienten
perdidos en la ignorancia,
y se lapida la sangre de tu seno.

Enmudeces de dolor,
tu sombra despavorida
huye del abismo del hombre
que amenaza sin piedad.

Egoísmos rasgan tu cuerpo
quebrantado en hilos de fuego.

Perdón por la herida abierta,
perdón por el beso constante de Judas.
perdón por las manos que descosen tu alma.

Siento frío sin tus brazos
quiero descansar en el lazo eterno de tu ser.

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PAQUITA DIPEGO
(ESPAÑA)



Cuando tembló la tierra al otro lado,
se me derrumbó la paz sobre la cara,
se derramó todo un río de mis ojos,
se llenaron de piedras mis zapatos,
y no podía correr,
el suelo se me abría entre las piernas,
y no podía abrazar,
había un mar en medio de la tierra,
y no podía dormir,
había fuego y niños que corrían,
y no podía conversar,
había gentes que gritaban alto,
y no podía reír, ni sonreír,
había tantas personas sollozando !!



Hoy me senté, el aire no temblaba,
y anudé la esperanza a mi palabra,
la lancé al viento en un susurro,
a CHILE fue, el mar estaba en calma.




Paquita Dipego,
01/03/2010


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MARIA SANGÜESA GARCÍA


ERRANTE HUMO
Peregrinar de errante humo,
cuerpos desterrados de riberas,
cruzar de sueños entre orillas,
hendir de lágrimas y agua.
Lejanos Lares, vidas rotas,
yerma realidad de abrojos,
candente memoria en llamas.
Voces de manglar y jungla,
velado desierto de mordazas.
Europa…
Remos de humo en barcas rotas,
deshecha nube de jirones rojos,
perjura tierra de promesas vanas,
casquivana rosa de los vientos,
soles apagados por el oro.
Soledad de uno contra todo.
Luchar, es ahondar en negra senda,
volver, anudarse a la derrota,
quedarse, es extinguirse poco a poco.



MARÍA SANGÜESA

MIL CÉSARES
Ácimo pan con que comulgas,
ácido vino el que te ofrecen,
amarga comunión de los vencidos…
No hay poso de esperanza en la bebida,
el pan se hace cenizas en la boca.
Mil césares te ocultan las monedas.
Candentes orillas de destierros,
truncados eslabones y almas rotas.
Es tu sudor la sangre del mañana,
tus sueños son taladas ramas,
vendidos por salarios de miseria.
Mil césares te niegan las monedas.
Sobre tierra de inútiles abrojos,
se agazapa el tiempo en largo acecho.
Pagaste tu tributo en gris y olvido,
amarga comunión de los vencidos.
Cuando el ayer es hoy, sólo hay espera.
Mil césares aguardan tus monedas.

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GRACIELA MALAGRIDA
(CHILE)

¡Recuéstate Chile!

Lloras Chile
lloras y adelgaza
tu figura menuda
“donde termina la tierra".
Sobrevuelas llorando, tordo tricolor
lloras y me estrujas
poesía.

Te repienso Copihue
rosáceo amor, campanita
cóndor de los Andes...
junto ya
la última lágrima y te avisto
en medio de la contracción
pariendo luminarias.

Tiemblas Chile
te tapas los ojos y me empapas
y empapas el Desierto de las flores
y la cordillera toda se pregunta:
¿cuál es el país trasandino?.

Lloras mi alma… y yo, tan argentina, sólo puedo
pensar como orfebre, como hija de este mismo
trozo de cielo:
“Pretendo replatear tus sienes mi guindilla
tratarte, como joya que eres
acunando a tus niños, para que descanses
en mi costado mullido, para que seamos uno
fundidos al sur, como Dios manda”.

Vamos, vamos! caminemos juntos. Deja ya
que se vaya este dolor!. Abre las puertas
ven aquí, debajo de mi ala
siéntete cómodo, entusiasta y bienquisto
hermano mío. Alegrémonos en el horizonte.
¡Dame la mano!


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JUAN CARLOS ANDRADE

(ARGENTINA)

Esa alta, imponente, cordillera
amaneció muy baja
Hoy tienen el tamaño de los castillos de arena
que los niños construyen en las playas

El degradé de tierras y de rocas y los nevados picos
hoy son transparentes como el agua
Desde el helado sur a los desiertos majestuosos
de San Pedro de Atacama

Hoy los caminos sinuosos y rebeldes
e acortaron, fueron tragados kilómetros de tierra
de arena y piedra
Hoy en el aire se mezcló la humedad y la sequía
crecieron en los pueblos más remotos, edificios
y se llenaron de árboles y silencio las grandes avenidas

Hoy las nubes formaron contingentes unidas por el blanco
y el cóndor majestuoso habló al oído de la oveja
Hoy las fronteras custodiadas se abrazaron
hasta fundirse bajo el mismo cielo
y en el silencio de hombres y mujeres
no se notó la diferencia del acento
Y nadie necesitó palabras para expresarse o decir nada

Hoy todo fue invisible, mudo y ciego
Porqué habló sólo el dolor y sólo ese dolor
ese dolor que la tierra , tal vez ya arrepentida, trajo
es sólo el que se escucha desde aquí, país hermano,
es sólo lo que se siente aquí hermana, hermano

Hoy tu dolor chileno duele en toda mi patria
Hoy nuestra bandera es sólo tu bandera ,
nuestro celeste es azul y nuestro sol, tu estrella
y el rojo de nuestra sangre idéntica flamea
para que el viento sepa que esas montañas
son puentes que nos unen hasta las entrañas…

J. C. A



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MARA ROMERO TORRES

(ESPAÑA)

La Cueca de la Vida

Se detuvo el reloj de arena.
El último grano cayó
golpeando el cristal cotidiano
y la vida se precipitó
por una grieta
oscura
profunda.

Y, sobre la estrella blanca de un campo azul,
tocaron a dolor las campanas púrpura del Copihue.

Tú, Pacífico Océano de espuma fría,
quisiste convertir al Maule
en un río de Robinsones desesperados
para que el verdadero poder
no haga remanso en el olvido...

Y el corazón del mundo
puso una barca en tus aguas
que surcó la Araucanía y la octava del Biobío.

Febrero del Chumaihuén
que prepara su otoño para el sueño del invierno,
después de agradecerle a la Pacha Mama
y haber recibido en círculo al Sol,
y no te van a dejar dormir
porque el llamado del tiempo pide que estés despierto
y prepares la Cruz del Sur
en un inicio que tiene al mundo contigo.

En la paz de tu reserva,
desde este mayo de amor adelantado por ti,
las lágrimas dejarán la muerte
y aprenderemos a bailar desde tu vientre rojo
la Cueca de la Vida.



Viktor Gómez Ferrer (Valencia)

Por Chile, 27/02/2010

ESE monte
en la partida
contemplado desde
tu ojo
es ese niño
en las lindes del terreno
quien se mueve
como la pregunta
de las inconclusas palabras
.
.
terremoto
desmadre
abismo
fondo


Detrás de la casa en ruinas
¿hubo alguna vez madre
alguna voz
alguna vez?

¿qué piedra o espino colma
el paso hiere y sella la boca
vocal por vocal
qué hielo
qué piedra
o rama de espinos
alguna vez madre
alguna vez
desterró el habla?




Jorge Brunete (Valencia)


Sin título
Te inquieta el paso de tu miseria,
tierra
en los pulmones:
Andas dos mil heridas,
poco más que un cataclismo;
participas de la luz,
y de su ausencia;
marchitas el ruido
de cada plaza pública;
compartes con otros hombres tu odio
pero temes llamarlos hermanos.
Cada noche, antes de acostarte,
suicidas la duda de tus manos
y nunca cavas un foso
hacia abajo,
tendido, inyectas el susto de un bostezo
en tu vena.
Resucitas, enseñas las encías
a tu padre; desconoces el olvido
donde has nacido.
Comes musgo
que encuentras en tu casa,
clavas mañanas
en las arrugas de tus ojos;
tragas antídotos, pesados metales,
rugidos que encuentras
en los confines del mundo.
Sodomizas los poemas
que heredaste del terror,
aglutinas toda tu saliva
en la lástima que arrastra tu cadera.
Y así, es como arrojas insultos,
cada día un poco más,
contra tu mejilla de derrota.
Y así, es como ignoras la tortura,
cada día un poco más,
de los muertos que regalan su huelga
a apenas cinco tormentas
de tus ladridos
apaleados.






Antonio Ramírez Almansa (Moguer)


Sin título
1
He encendido una lámpara y me conmuevo.
He situado la luz hacia la parte más oscura y siento que los reflejos siguen formando sombras extrañas a su alrededor. Creí que la luminosidad invadiría los contornos grises y oscuros de los cuerpos adyacentes. Y no.
Las sombras se alargan y se anticipan a los días de neblina, a esa mañana sin norte, avecinando restos de innecesarias ruinas.
¿No será que la tarde perdió momentáneamente la transparencia? No lo sé.
Si en todo buscamos vivir de paraísos artificiales, alegrías efímeras, placeres de minutos, por qué ahora, nítido el fluir de los arroyos en el corazón,
se desbordan hacia cauces ensombrecidos donde largas llanuras de arena lo absorberán antes del día señalado? No lo sé.
El alma se ha ensanchado fuera de mí, ocupando la estancia de otra alma, convirtiendo en existir lo dormido. Y esa es su grandeza.
Otra plenitud se interroga a sí misma por las heridas causadas en una batalla que no ha tenido lugar, aún sin horas, ni territorio.


BORRAR LOS DIAS
1
Estaba todo quieto en la lejanía.
Los árboles que formaban perfiles
sin sombras sólo eran una línea negra
de un horizonte cierto:
esa longitud que sabemos de memoria
esa claridad cercana
sin moverse por el viento que te roza.
En esa sensación uní las vocales,
tracé consonantes con el miedo
al fuego de las palabras,
lo dicho en oraciones punzantes,
un desvelo en la noche desprendida
por las sábanas del silencio
queriendo matar los días, borrar las horas.
2
La luz que entra en la buhardilla
se despliega por las paredes,
baja las escaleras,
me busca silenciosa en la cocina,
en las huellas frías del mármol,
bajo el torrente de la ducha,
y me encuentra, podado de gestos,
quieto,
y se vuelve desalentada, oscura,
precipitando la noche.



3
Se ensancha el aliento
y todo aquello que le gotea
como un furioso dolor nacido
de encuentros insatisfechos.
Crece la penumbra en su intención
de sombra permanente.
Un jardín inexistente trepa con
ansia por la cerviz de lo más hondo.
4
A veces queremos que
los fuegos se acaben
antes del tiempo debido.
Limitamos los sueños. Acotamos la fantasía.
Oscurecemos aunque el cuerpo
te pida un nuevo fulgor.
5
Hay días para no despertar.



Juan Carlos Mestre
(Premio Nacional de Poesía año 2009)


Y todos los libros llenos de palabras
Y todos los libros llenos de palabras
y todos los calendarios llenos de días
y todos los ojos llenos de lágrimas
y llena de nubes la cabeza de todos los mares
y llenos de coronas y puntapiés todos los relojes de arena
y de jirafas molidas todos los pechos condecorados
y todas las manos llenas de verano y caracoles marinos
y todos los dormitorios llenos de manojos de explicaciones
y de pantalones disecados las sillas de todos los prostíbulos
y todos los huecos llenos de público
y todas las camas llenas de electrocutados
y todos los animales llenos de espíritu y pánico
y de feroces gritos los árboles de todos los aserraderos
y todos los tribunales llenos de testimonios
y todos los sueños llenos de sacacorchos
y llenas de chicas todas las estrellas
y todos los libros llenos de palabras
y todos los calendarios llenos de días
y todos los ojos llenos de lágrimas
y todas las peceras y todos los pupitres y todas las cenas íntimas
y todos los razonamientos llenos de indudables edificios
y toda la primavera llena de moscas y crisantemos
y llenas todas las iglesias y todos los calcetines y todas las peluquerías
y todas las mujeres llenas de gloria
y llenos también de gloria todos los hombres
y todas las perreras llenas de ángeles
y todas las llaves llenas de puertas
y todos los bazares llenos de ratones
y llenos de barrenderos todos los cuadros
y llenas de estiércol todas las escobas de la patria
y todas las cabezas llenas de radiografías e intríngulis
y llenas de luz todas las subestaciones eléctricas
y llenos de amor todos los manicomios
y todos los cementerios llenos de salvavidas



J.J M. Ferreiro (Galicia)


Después de aquellos pájaros

Después de aquellos pájaros
se alza la tierra sin saber por qué.
Después de aquellos pájaros
se alza la tierra aun no pensada,
que se corrompe sin la esencia del cuerpo sucesivo.
Después de aquellos pájaros
se apresa una centella,
y todo es retirada.
¿Será piedra el dolor?
¿Será la eternidad su única desnudez?
Después de aquellos pájaros
se alza la tierra sin saber por qué.
Estás lleno de muerte, Dios,
por eso eres tan puro
y es tan inerte tu dolor.
No eres sangre ni sombra combatiente.
Del éter te sacaron todo fuego,
pero nada en ti sabe a la armonía,
ni incluso a consistencia.


Benjamín León (La Serena, Chile)

Elegía

Lloro en la soledad del árbol y el madero,
bajo la luz que escribe la sal y la tiniebla,
bajo la extensa noche que habita bajo el mar.
Lloro la tierra fértil que expulsa sus raíces,
el desgastado lomo donde el esfuerzo es vano
y en su recuerdo lamen el barro y la miseria.
Lloro el ladrido errante de los perros nocturnos,
el óxido del zinc que arrastra la memoria,
la puerta y la pared que trazan lo terrible.
Lloro el pulmón que olvida y el cuerpo que interrumpe,
la orilla que atraviesa el mar junto a sus muertos
para encender la muerte y atravesar mi canto.
Lloro la habitación que el sueño no pronuncia,
el párpado y la carne donde amanece el miedo,
las ramas que limitan el aire con lo oscuro.
Lloro el amor del hombre, del hijo y de la madre,
el escombro del mundo, la bicicleta hundida,
y el llanto que la edad extingue en sus relojes.
Lloro la tierra, el grito, el pronombre y el hambre,
la réplica que sangra en los hijos de Chile,
el llanto y la miseria de mi pueblo dolido.




Josefa Parra (Jerez de la Frontera)


Días de vino y rosas

La vida habrá de darme más rosas y más vino.
Habré de ver el mar desde el puerto de Rodas
una noche de agosto calurosa y festiva.
Todavía tendré del amor las guirnaldas
enredadas al cuello, y aún dormiré en los brazos
de un dios irreverente la ebriedad y el exceso.
Aunque tal vez mi cuerpo descubra entonces marcas
del dolor, ademanes que la piel no derrota,
la vida habrá de darme mi parte del asombro.




Mari Cruz Agüera (Murcia)



Bajo la sombra blanca


Nunca has sido más joven y poeta
que a esta hora cierta en que derramas
profundísimos sueños
bajo la sombra blanca del cerezo,
cuando el tiempo parado se derrite
y una brisa de pétalos
te reviste los hombros.
Las mariposas nadan en el aire
como musas minúsculas,
te salpican palabras y tú juegas
a mover corazones que son piedras.
Quien te quiso menguar como a una leña
arrojada en el fuego del olvido
no conoce el tesón de la madera.
Cuando mandan callar, resquebrajarse,
los desolados páramos del alma,
aún te queda la fuerza de los dedos
-raíz superviviente que retalla-
para romper silencios.


Sara Castelar Lorca (Sevilla)


El caminante

Camina, sobre la madera enferma y el espliego,
sobre telares rotos
y huesos que se muerden, camina,
como animal sin lengua
sobre la cicatriz del aire, trazos de mar
lento, como el olvido, palpitando, tal vez
entre los fósforos
y el miedo.
Hay un techo guardando la soledad del sur,
el lugar donde tu corazón gotea
un niño y una hogaza.
Chile roto y largo, camina.

De “La memoria imperfecta”
II
Se escuchan los cerrojos gravemente exhaustos,
es el temblor del mundo y sus raíces
bajo los patios largos que albergan la pureza
o la memoria frágil de los niños,
volaron las cometas entre las golondrinas
y cayeron del aire sus ruidos hambrientos.
Qué oscuridad tan lenta bordea el almanaque,
cubre la edad un cirio adormecido
que delinea el tiempo entre el cielo y la sombra.
Te acerco un faro virgen para cada tormenta,
un presagio de luz que lentamente crece
en la fugacidad del aire
y se enciende en el pecho como un metal furioso.
Porque caminaste enfermo de rosas y salitre
y te cayeron nidos sobre tus pies de niño
y los árboles grises te anudaron sus lenguas,
yo te arrullo la noche y los cordeles,
la percusión del nombre en el destierro,
la quema de sus himnos.
Los caballos son rastros en la arena vencida,
nada saben del mar.
VII
La ciudad que te nombra es un respiradero de nostalgia
un pulmón sigiloso que exhala voces negras,
nada esconden los pasos que lloraran la noche
o la persecución de las raíces,
la delgada tenaza del olvido se desprende del sueño
y cada sucesión de insomnios arroja sus heridas.
Vine para amarte lejos,
muy lejos de los hombres y de los ensamblajes,
para mecer aquél delgado soplo que la verdad secuestra
y dulcemente muere con las primeras rosas,
vine para abrigar el tedio del reptil
y ya escucho la sangre mudándose las cáscaras.
¿Qué mínimo recodo nos legará el olvido
para guardar la voz, para zurcir el aire?
Podrían detenerse las palomas,
dejar de herir el pecho con su feroz pureza,
con su distancia blanca de sur y plazas frías.
Porque siguen doliendo los tejados,
los patios del invierno,
la roja mordedura del tomate
y el huérfano que vuelve cada octubre.





Alfonso Sánchez Martínez (Concepción, Chile)

Ley Marcial
“El padre y la madre no tienen el derecho de la muerte sobre sus hijos, pero la patria, nuestra
segunda madre, puede inmolarlos para la inmensa gloria de los hombres políticos”
F. Picabia
Necesito más que palabras de buena crianza. Te necesito. Te necesito
hablándome. Por qué te busqué si sabía que te necesitaría siempre. Anoche
tomé un cráneo y bebí el sueño de la catástrofe. Se vació y quedó un traje
de bufón, una niña lo quemó, lo hizo lejía y se fue a lavar la sonrisa del
rechazado. Este ya no ríe y es tan amargo, que lo golpean para que la
mueca intermedia sea simulacro. Es conocido en Latinoamérica por dejar
luciérnagas en cada frontera con una tarjetita azul con tu nombre.
Esta semana constato que me sobra el cuerpo, que me sobro. Despierto
casi ahogado por la sangre y veo mi rostro destrozado, me lavo lo que
puedo. La sangre esta incrustada en todos lados.
Busco un camino, no sé cuál. ¿Terminaré como mi padre?
Eres como Job, me dice la buena de mi hermana. Y yo siquiera quiero
probar fe en mi mismo. Debieses estar acá, en La Paz, reconstruyendo una
edición facsimilar del libro de Juan Luis Martínez. También deliro, imagino
que hay un terremoto en la ciudad dónde está mi hija, que la ciudad está
sitiada nuevamente por milicos. La misma ciudad donde los milicos
mataron a Luis, imagino que casi me mata un ex milico tirado a poeta,
imagino que quemaron mis libros, robaron mi colección de piedras
latinoamericanas, se llevaron mi computador con mis escritos. Imagino
que hay una mujer que la sueño y que ella no me soporta, imagino que
estoy como mi padre y que éste imagina que somos iguales, que hay
dendritas dentro de dendritas, que hay hambre de dios, que hay esquizos
que quieren comerse todo lo que diga dios. Que mi madre está en
Concepción y que mi padrastro judío la busca como te busco en alguna
parte de este cuerpo que me sobra. Alucino que estoy como mi padre,
que amigos me buscan y me llaman y yo me pierdo cada vez más adentro,
dentro de las dendritas de mi padre, al fondo de una botella de Singani,
de 20 bolivianos de coca, de mi cara destrozada, de tres días frente al
computador sin poder dormir, leyendo y escribiendo acerca de unos ojos
que no me dejan, que no se van, que me miran alucinarlos y se ríen, que
me roban una y otra vez el semen. Como si el cuerpo me sobrara, como si
las cuencas, oscuras de sangre, sean zapatos, uniforme marcial, una
trinchera altiplánica, con Bedregal y el Loco Borda hablándome en quechua.
Rompiendo con sus vociferaciones los cerros-estalactitas del Alto de La
Paz.
Tomo absenta de un cráneo lleno de las dendritas del fiscal que me mira
con ojos de psiquiatra. Siempre me odian y me aman. Tú me odias por ser
como soy, desadaptado megalómano, rompiendo vasos comunicantes y
diciendo que nada ha pasado, que ya estoy en casa de mis abuelos leyendo
la enciclopedia y recortando los grabados. Haciendo un collage con
maderitas rotas. Haciendo un castillo sobre el Biobío como el que hicieran
hace treinta años Luis Y Bürger. Me agotan las visiones del terremoto de
Concepción que no toma revancha, que deja caer el edificio inteligente
del bicentenario, y me salva y me condena, otra vez vivo. Sólo yo puedo
dejar de sobrarme. Y para buscar algo me aferro a la búsqueda, al
encuentro que no sea delirio.
Ahora estoy fuera nuevamente. Haciendo castillos con las maderas que
saqué de algún lugar de la casa de mi abuelo muerto por los milicos el 46.
Estoy con una caja de fósforo tratando de completar las uniones de los
puentes trillizos que alguna vez cruzarán La Paz. No entenderías como
brotan bajo mis pasos los tubérculos, como los bulbos se adhieren a la
suelas de mis zapato. Tendrías que estar acá sentada, rozándome, cuidando
estos cuerpos Encorvados, como rancios mendigos bajo sus harapos, /
Cojeando, con tos de bruja, cruzando el maldito lodo. / Alumbraron
bengalas, nos volteamos. / Afanosamente dirigimos los pasos hacia nuestro
lejano puesto. / Marchaban dormidos. Habían perdido sus botas, / Iban
sobre zapatos de sangre. Cojos y ciegos. W. Owen. Tengo miedo, hace
tiempo que no tenía, hoy me aterro, ya no salgo a más de tres pasos de mi
manta de aguayo, que no voltee el cráneo de mi padre, irán mis búsquedas
a llenarse de sus dendritas. Ahora me encuentro donde debí estar: bajo
los escombros de mi departamento inteligente del bicentenario, junto a
mis texto y esta vez nada me salva, nada me inventará un motivo. Que
ninguna idea-imagen-recuerdo sea capaz de transcribirse. Tengo que
cortarme las manos y sacarme los ojos, sacarlos desde las visiones, desde
los recuerdos.
Debes repetirme despacio, al oído, que estoy desvariando y mañana
caminaré respetando los pasos de cebra, respetando a los poetas, a los
artistas, a la patria , a mi madre y a mi padrastro. Me levanto a tomar
desayuno y me llamo como quiera llamarme mi madre, que es la tutela
de toda cordura. Esa cordura que me es despreciable. Esa de ser alguien
que mira sus muebles y sabe que hay tres pasos desde la entrada de la
casa hasta la primera lámpara. Esa que cree que Humberto Quino es
gracioso, que los Héctor son sinceros, que la poesía salva y que bazurita es
nuestro redentor. Aunque prefiero esa cordura que busca imprecaciones
y encuentra cerros heridos, esa que busca lluvia y encuentra escaños
mojados, la que busca sillas y se le arrancan los chupamirtos por la boca.


Javier Aguirre Ortiz (Temuco, Chile)


Chile, Levántate

Chile es hoy una larga, oscura grieta.
Chile, levántate.
Chile es la sombra derramada, inmensa.
Chile, levántate.
Chile tendido, dolorido, inerme.
Chile, levántate.
Chile, tu corazón bajo la piedra.
Chile, levántate.
Chile que de las lágrimas comienza.
Chile, levántate.
Chile que saca fuerzas de flaqueza.
Chile, levántate.
Chile que ya la tierra dio a la tierra.
Chile, levántate.
Chile que se levanta piedra a piedra.
Chile, levántate.
Chile que se levanta todo Chile,
como una marea.
¡Chile, levántate!
Chile en pie, Chile que nunca desalienta.
¡Chile, levántate!
¡Chile en alto, Chile que emerge, Chile fuerza!
¡Fuerza Chile!
¡Chile, levántate!
¡No cedas!

Chile,
levántate y
camina,
más fuerte que el volcán es tu marea
humana.
Chile, levántate,
cuan largo eres, cuan alto, y reconstrúyete,
pues mano a mano vuelve a levantarse
lo que la tierra destrozó.
La tierra
que vuelve a levantarse.

Chile, levántate,
y aun cojeando, avanza,
y aun dolorido, vence.
Chile tenaz. Oh, llamarada
vivaz: oh fuego en pie. Chile exultante.
Chile invencible. Aliento indomeñable.
Tierra de fuego, voluntad ardiente.
Por más muerte que sople, tú más vivo.
Por más piedras que caigan, tú más fuerte.
Por más días de sombra, tú más día.









domingo, 21 de marzo de 2010

REVISTA ÁLORA, LA BIEN CERCADA

Agradezco a José María Lopera e Isabel Miguel la publicación de uno de mis poemas
en el número 26, Diciembre de 2009, de la revista Álora, la bien cercada. (Pág. 92)

LEER EN PDF LA REVISTA


I

Presiento que estamos enterrando
las viejas canciones de amor,
que el viento de la umbría
va deshojando nuestro libro
verso a verso
sin demorar el arribo de la muerte

Recuerdo los gemidos del ensueño,
el ungüento invisible que nos salvó
a veces del naufragio sin juramentos apócrifos,
la infidelidad desprovista
de estigmas, las ascuas

Y ahora cada palabra, cada letra
vagará por paisajes inhóspitos
de algarabía,
nómadas en una selva de pájaros
que desafinan el silencio
rompiendo como olas
de lágrimas negras nuestros sueños,
tal vez crisálidas a contraluz
trepando la oscuridad
para ponerse a salvo de espejismos
baldíos

viernes, 19 de marzo de 2010

ALIANZA CULTURAL LATINOAMERICANA. Letras Vivas. Marzo 2010

Alianza Cultural Latinoamericana en Austin TeXas. EEUU

LETRAS VIVAS. MARZO 2010


Letras Vivas

Letras Vivas

Hablar de poesía siempre es un tema complejo. Ella es, como decíamos en la columna pasada, un dejar fluir el alma, convirtiendo ese mar de sensaciones en versos. Para poder llegar a ser completa, la poesía necesita de un lector, el cual con su presencia, le va dando nuevas formas y texturas en la interpretación.

La interpretación, es algo que va de acuerdo a cada individuo. Todos nos acercamos de manera distinta a las letras. Para unos, el poema puede simbolizar situaciones que están pasando en ese momento en su vida, así como también, establecer a través de las letras una comunicación directa con la obra del poeta.

¿Quién no se ha sentido identificado con un poema?

La poesía llega a nosotros a través del alma, la cual se deja tatuar con los sentimientos y letras que componen sus versos. Ellos vuelan y van mutando hasta volverse uno con nosotros mismos.

Ese binomio poema y alma, lleva consigo una serie de cambios e interpretaciones. Es una conversación fluida en la cual, la obra va adquiriendo vida propia y nuevos significados. Ajenos, algunas veces, a la idea original del artista. Estos se van dando gracias a una serie de elementos tanto internos como externos en la vida de la persona que lo toma como suyo.

Un verso puede cambiar el mundo del lector, desde sentimientos de alegría y efervescencia, hasta identificarse con el autor y conmoverlo con esos sentimientos profundos que evocan su yo interior.

Jose Carlos Botto Cayo

Amigos lectores, este mes seguimos trayéndoles a ustedes más poesía de nuestros amigos hispanohablantes. En esta ocasión comparten este espacio con nosotros los poetas José Ángel Chaviano Febles, Fernando Sabido Sánchez y Jose Carlos Botto Cayo.

Jose Angel Chaviano Febles

Cuba

“DEJA VU”
Se me desgarra el cuerpo,
en jirones de piel; sangre y suspiros,
trato de escapar, corriendo,
hacia algún otro lugar,
siento que muero, por un instante,
pero vuelvo, a nacer de nuevo.

Existo en un abismo,
lleno de negruras,
densas y profundas,
que me hacen caer de dolor,
que continuamente me derriban,
y aunque trate de escapar,
siempre caigo otra vez,
para empezar de nuevo,
este deja-vu de mi vida.

Dolores; amarguras; saliva;
miedo; sudor; piel; calor,
de mi pecho apretado a tu cuerpo,
de mis manos tocando tu piel,
de nuestras manos apretadas,
como un botón en un ojal.

Por momentos, escucho tu voz,
alejado en mi inconsciente,
confundiéndome totalmente,
pues no se de que me hablas,
ya que el tiempo no existe,
y el espacio no transmite,
ningún ruido hacia mí.

Intuyo que estas,
en ese profundo abismo,
y trato de correr hacia allí,
pero no oigo tu voz llamándome,
por lo que desisto de continuar,
esta búsqueda infructuosa.

No se que mas pueda hacer,
si te busco no te encuentro,
y si te encuentro no sabré que hacer,
pues el reloj sigue caminando,
y me tengo que ir otra vez.

March 1, 2010

Fernando Sabido Sánchez

España

AMOR, NO MUERAS

Persiste el dolor, un dolor de perros,
ha nevado toda la noche y no espero
que te compadezcas o me muestres
al despertar una sonrisa desdibujada

Recuerdo que en la cumbre del amor
mis sentidos eran agujas que marcaban
la libertad en un reloj inmóvil de sigilos,
tus pechos, lunas en llamas que se cimbraban
entre detonaciones de sangre dulce

Aunque sabía que nada nos ataba
¿Dónde estás ahora?
¿Qué maldición me envuelve?

Amor, no mueras,
cada día es un amargo despertar
sin esperanza, ciego de rabia;
sé que más allá de tus brazos
hay un mundo con grietas
en las que se disolverán los deseos
y el amor no ocupará un lugar subrayado

Pero amor, no mueras ahora

Jose Carlos Botto Cayo

Perú

Viejos amigos

La vida avanza
los que estaban ayer
hoy la lejanía los guarda
y nuestros corazones los acogen

Días que fueron
pedazos de alma
estrellándose en el tiempo
caminos que marcaron sueños

Una vida que sigue
tiempos en espejos
deteniendo sensaciones
marcadas en sonrisas

Tantos años fueron
tatuados en la memoria
arrugados como rosas
que se expanden con el suspiro

Días de memoria
sensaciones dulces
bajando en lágrimas
que nos llevan a la gloria

Caminos que se independizan
dejando huellas
marcadas en el asfalto
como estrellas del camino

Días de memoria
en esta carretera plena
viajando en pasados presentes
hacia reencuentros mentales

Días que fueron
amigos imborrables
lágrimas de placer
en esas voces hoy vivas

Caminos de vida
que unen y fusionan
espacios tan nuestros
que el tiempo corona

Días de memoria
triunfos y alegrías
momentos mágicos de vida
que nuestros corazones acogen

miércoles, 10 de marzo de 2010

ANTIQUE CHILDREN. REVISTA DE ARTE Y LITERATURA DE E.E.U.U.




LA REVISTA NORTEAMERICANA ANTIQUE CHILDREN
DEL MES DE MARZO 2009 HA PUBLICADO MIS POEMAS

http://www.antiquechildren.com/

PINCHAR EN : POESÍA

Poetry


Tuesday, March 9th, 2010




AMOR, NO MUERAS
Fernando Sabido Sánchez


Persiste el dolor, un dolor de perros,
ha nevado toda la noche y no espero
que te compadezcas o me muestres
al despertar una sonrisa desdibujada

Recuerdo que en la cumbre del amor,
mis sentidos eran agujas que marcaban
la libertad en un reloj inmóvil de sigilos,
tus pechos, lunas en llamas que se cimbraban
entre detonaciones dulces de sangre

Aunque sabía que nada nos ataba
¿Dónde estás ahora?
¿Qué maldición me envuelve?

Amor, no mueras,
cada día es un amargo despertar
sin esperanza, ciego de rabia,
sé que más allá de tus brazos
hay un mundo con grietas
en las que se disolverán los deseos
y el amor no ocupará un lugar subrayado

Pero amor, no mueras nunca



ESPEJISMOS
Fernando Sabido Sánchez


Presiento que estamos enterrando
las viejas canciones de amor,
que el viento de la umbría
va deshojando nuestro libro
verso a verso
sin demorar el arribo de la muerte

Recuerdo los gemidos del ensueño,
el ungüento invisible que nos salvó
a veces del naufragio sin juramentos apócrifos,
la infidelidad desprovista
de estigmas, las ascuas

Y ahora cada palabra, cada letra
vagará por paisajes inhóspitos
de algarabía,
nómadas en una selva de pájaros
que desafinan el silencio
rompiendo como olas
de lágrimas negras nuestros sueños,
tal vez crisálidas a contraluz
trepando la oscuridad
para ponerse a salvo de espejismos
baldíos

*****

Fernando Sabido Sánchez.
Peñarroya (Córdoba) España. Año 1950
Poeta y Pintor Abstracto
Libros de poesía editados:
-EL PASO DEL TIEMPO
-LAS DIOSAS ESCONDEN SU SEXO DETRÁS DE LA LUNA
-VIVENCIAS, MENTIRAS Y ALGÚN MATIZ UTÓPICO

Fernando Sabido Sánchez.
Born in 1950 in Peñarroya (Córdoba) Spain.
Poet and abstract painter.
Volumes of poetry published:
-EL PASO DEL TIEMPO
-LAS DIOSAS ESCONDEN SU SEXO DETRÁS DE LA LUNA
-VIVENCIAS, MENTIRAS Y ALGÚN MATIZ UTÓPICO

*****



sábado, 6 de marzo de 2010

ROSA IGLESIAS EN LA VOZ BORDADA EN EL VERSO

AGRADEZCO A ROSA IGLESIAS EL HABER
PUESTO SU VOZ A MI POEMA

ENLACE AL BLOG PARA ESCUCHARLO

http://lavozbordadaenelverso.blogspot.com/search/label/FERNANDO%20SABIDO



NO PUEDO PROMETERTE AMOR...de Fernando Sabido



LEÍDO por ROSA IGLESIAS




NO PUEDO PROMETERTE AMOR






Sobre mi sexualidad llueve en horizontal,
es un error considerarme incompatible
con un cuerpo malgastado en el que el alma
se mantiene incólume
En el exterior la noche es hermosa,
sin embargo, aún gotea la sangre
de heridas que me ocasionó la mordedura
de la serpiente

No puedo prometerte amor mientras
me desangro, el amor heterosexual
que apeteces de un ser cuya naturaleza
es imprecisa
Intentarás entenderme y aflorarán
las mentiras, entretanto, puedo
enseñarte algunas fotografías antiguas
que no me incriminan

Quizá no sea del todo ilícito mostrar
las apariencias y regresar al prólogo
No confíes demasiado en poder revelar
los enigmas, aún eres muy joven para
encontrar respuestas a un comportamiento
que la sociedad juzgaría execrable


FERNANDO SABIDO



PUBLICADO POR ROSA IGLESIAS EL 03-03-2010
EN SU BLOG LA VOZ BORDADA EN EL VERSO

http://lavozbordadaenelverso.blogspot.com/

jueves, 4 de marzo de 2010

ARTE, PASIÓN Y LOCURA DE JUAN POMPONIO






.


.
AGRADEZCO A JUAN POMPONIO LA RESEÑA DE MI LIBRO LAS DIOSAS
http://artepasionylocura.com/poesa-


POESÍA

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UN POEMA DE FERNANDO


EL VACÍO

En mis sueños siempre habita el vacío

que recorro en un vuelo ingrávido

por el olor a misericordia de las noches

Llego hasta el alba

y no tengo a nadie que me espere

hasta la luna se oculta para repudiarme

en un paisaje de sombras

más allá de la muerte

Cae gota a gota una lluvia

que desnuda con lamentos mi alma

y sobrevive el miedo a la inexistencia

Se tensa el vértigo y rozo con los labios

la belleza al perderse

en la luz impalpable de la negación




Las diosas esconden su sexo detrás de la Luna

De Fernando Sabido Sánchez

Octubre 2009. Editorial: LibroVirtual.org


POESIA: Varios temas. Alto vuelo poético que roza tierra y cielo, al mismo instante que estremece la emoción íntima del alma natural, de la carne y sus sentidos. Y, al apuntalar la divinidad de la mujer, por extensión
se la otorga a todo el género humano.


Lectura gratuita:
http://www.librovirtual.org/lectura.php?obra=LPO0017






martes, 2 de marzo de 2010

LA FRAGUA UNIVERSAL DE JUAN POMPONIO (ARGENTINA)



http://fraguauniversal.blogspot.com/2010/03/un-poema-de-fernando.html

martes 2 de marzo de 2010

UN POEMA DE FERNANDO



Foto by Juan Pomponio



EL VACÍO

En mis sueños siempre habita el vacío

que recorro en un vuelo ingrávido

por el olor a misericordia de las noches

Llego hasta el alba

y no tengo a nadie que me espere

hasta la luna se oculta para repudiarme

en un paisaje de sombras

más allá de la muerte

Cae gota a gota una lluvia

que desnuda con lamentos mi alma

y sobrevive el miedo a la inexistencia

Se tensa el vértigo y rozo con los labios

la belleza al perderse

en la luz impalpable de la negación


Las diosas esconden su sexo detrás de la Luna

De Fernando Sabido Sánchez

Octubre 2009. Editorial: LibroVirtual.org


POESIA: Varios temas. Alto vuelo poético que roza tierra y cielo, al mismo instante que estremece la emoción íntima del alma natural, de la carne y sus sentidos. Y, al apuntalar la divinidad de la mujer, por extensión
se la otorga a todo el género humano.


Lectura gratuita:
http://www.librovirtual.org/lectura.php?obra=LPO0017
Publicado por Juan Pomponio Castiglione en martes, marzo 02, 2010